Negros Días

Cuando comienza a caer la lágrima mírame…

se hace palpable el dolor que se arroja desde el centro rojo.
Porque me cansé de palabras bonitas, y de que la luna de la sombra justo en mi lado. Yo sólo quiero que me escupas la verdad y me abraces el alma.

Ya no siento hormigueos en mi estómago, y me molesta escuchar que las aves canten.

Se supone que no debería ser así, que siga siendo así.
Pero sigo aquí sentada frente al televisor meditando un color gris que se asoma por mis ojos, se revuelve bajando por mis tripas y traspasa mis músculos inundando la habitación.

Cada vez se hace más difícil parar el golpe contra el suelo.