29 de mayo


Dicen que una herida te ha rozado el alma, que estás ahogado en un mar salado. Puede ser que todo ya acabó entre los dos, pero te grito que despiertes, que aún te amo. Las cosas no serán como antes, te lo puedo asegurar. Yo estoy aquí y tú allá, sólo nos queda un paso que ya he dado. Antes de olvidarme quisiera susurrarte que no me gustó el final. Y te quiero contar que la esencia de algunas historias es no modificarse con el paso del tiempo, hay otras, la nuestra, que acaban sólo para volver a empezar.
Quizás no estamos destinados para estar, sólo porque el destino no existe; y la casualidad del segundo exacto en que nos crucemos, aún no sucede.

Te he regalado el último soplo de mi corazón

PD: me quedaré aquí esperándote, inmóvil.

Biografía



Adelante van caminando trescientas cincuenta mil quince personas, todas vestidas de arco iris.
Atrás va él, solo, solitario, de color negro y de piel castaña.
La gente camina hacia acá, él lo hace para allá.
Ellos avanzan y el retrocede, ¿será que es al revés?
La luz del sol ilumina la vereda de su frente, por donde él camina, o descamina, la sombra se posa.
Sus ojos blancos con un círculo negro justo en el medio brillan humedecidos, por el smog de estos días, queríamos pensar.
A las afuera de sus cuatro paredes escribió con tinta verde, porque verde es esperanza, “Quizás al tercer día resucite. PD: ya no llores más…mi perro, ya no lo hagas más que tu comida está en el mismo lugar”
A las cuatro de esa madrugada no sabíamos qué hacer.
A las cinco de esa madrugada un perro lloraba a su amo.
Al tercer día se arrendaba una habitación de cuatro paredes, y si la persona gustaba era dueña de un canino.