Introspección


Más tarde, sólo unos segundos después quise desaparecer. La ciudad se inundó de un extraño olor violeta casi imperceptible, pero estaba allí. Sucumbí entre unas olas de recuerdos que se fugaron impulsivamente y me senté. Me vestí de la inmensidad que se acercaba y me uní en aquella danza retumbante retumbante retumbante. La vida pasa y transcurre con la apariencia normal y unas chispas de esto que no sabemos cómo llamarlo parecen brillar, y hay quienes las ven, y hay quienes no las quieren ver. Me imaginé arrancando, escapando de ser yo, pero no, seguía ahí, trizando entre unas letras textuales y un té para dos.

2 comentarios:

Veju dijo...

El mismo vaso desde otra perspectiva
me gusta
parece la continuación del anterior
¿lo es?

Y ese olor violeta, fijate que lo sentí ;) me parece conocido

Y la danza retumbante retumbante retumbante...uy esa también me suena. Me recuerda a la ola de la rutina....de la conformidad, que te ahoga y te hace rodar a su ritmo fijo, que te retumba en los oídos.

Arrancar sólo es imaginable....ya veremos jeje


Unas letras para ti de mi
bye

Veju dijo...

Ah....y ese "De noche las luces tienen algo agónico" me encanta encanta!!!!!!!

son cosas qe siento pero tu las dices en palabras perfectas jeje