Perspectiva


Hace un par de horas, demasiadas para el común y para mí, que me siento sumergida entre las olas del mar. Anhelaba tanto acariciar esa espuma blanca suave que desfallece sin más, ahora me estoy ahogando y lo recuerdo con ternura. Permanezco cerca de tres minutos bajo el agua, no estoy segura si intento salir a flote o si sólo me quedo allí. Luego por unos segundos, muy pocos, logro, si es que he hecho algún esfuerzo, salir a la superficie pero como estoy cansada casi no respiro, muevo mis pies, mis manos, haciendo mérito para recordar cómo es que se nadaba y me vuelvo a caer a los pies del mar. Es primera vez que abro los ojos para ver debajo del agua, antes no lo hacía porque los ojos ardían, veo el sonido del mar y no estoy segura de querer un rescate. Las cosas acá abajo parecen ser buenas. Nuevamente salgo a flote y parezco sumergirme en los días solidamente agrios en que tropezaba, los rayos del sol me apuntan inculpándome de algo que no sé y por eso casi no puedo abrir mis ojos ¿ya dije que la cosa se siente mejor allá abajo? Me dejo rodear por las olas y estoy abajo otra vez. Aun no hay alguien que se de cuenta lo que está pasando conmigo, las personas a mi alrededor no logran notarlo, mientras yo guardo en medio de aquel inmenso mar mi razón. Vuelvo a salir, y presiento firmemente que será la última vez, que quizás deje una silla vacía en algún lugar. Los rayos del sol me nublan la vista, el brillo es intenso, lo natural parece hacer daño. Me olvido de todo, pensamiento ya no tengo y las palabras no existen.

2 comentarios:

Veju dijo...

Pero dejar una silla vacía es triste para quien deberá sentir el flagelo de la desaparición de su compañera de banco ;)
Me gustó este texto...me recordó lo cómodo de dejarse llevar por la corriente, en la vida y en el mar. Cero esfuerzo


Te envie los libros de Crepúsculo y su continuación (van en orden) y en luna nueva (el 2º) sale una parte parecida a lo que describes aquí


Un abrazote y espero verte...

Veju dijo...

Tal como lo dijo tu madre
;)
Salúdamela